LO PREDECIBLE NO TIENE GRACIA

LO PREDECIBLE NO TIENE GRACIA

Me encantan las guías para hacer buena comunicación: “Las cinco reglas para una buena comunicación en redes sociales”, “Como impactar en 3 sencillos pasos”, “Las 7 claves para conectar a la audiencia con tu mensaje”,…

Me encantan para hacer justo lo contrario.

Y es porque me niego a que algo tan humano como comunicar, emocionar, seducir o impactar pueda ser predecible y mecanizable.

Lo que nos diferencia de las máquinas es… ¡que somos humanos!

Ya lo dice Oxford; el 47% de los trabajos serán sustituidos por máquinas o algoritmos. Es decir, hay cosas que las máquinas cada vez harán mejor que nosotros, en concreto las cosas predecibles y mecanizables. Alfons Cornella dice que la única opción es destacar nuestras habilidades más humanas –curiosidad, creatividad, disrupción- y desarrollarlas al máximo hasta convertirnos en artistas de nuestros activos humanos. Eso nos diferenciará de las máquinas.

La comunicación es una partida de ajedrez que no se gana jugando predecible

Cada vez que veo una de esas guías para describir secuencial y predeciblemente la comunicación, me imagino a los que programaron a Deep Blue dándole consejos al oído a Gary Kasparov. Como si pudieses ganar a una máquina actuando como una máquina. Seguro que Kasparov pasaría de ellos para comenzar a jugar lo más heterodoxo y disruptivo posible.

Pues con la audiencia sucede lo mismo; en cuanto algo se vuelve predecible, deja de hacer gracia.

Las actitudes serán las nuevas aptitudes

Hasta ahora se nos valoraba por nuestras aptitudes, pero ya Google y otros están apostando por realizar procesos de selección más por criterios actitudinales que curriculares. En poco tiempo, la curiosidad pasará de ser un «extra» a ser un elemento estructural en la definición de nuestra aportación de valor. Las actitudes serán las nuevas aptitudes.

En LinkedIn no solo validaremos que un tipo sepa de compra programática o de estrategia de mercadotecnia, sino también que sea persuasivo, fiable o creativo.

Contrataremos a gente por su capacidad de pensar diferente, por su intuición o por su empatía. De esta forma surgirán nuevas profesiones como Corporate Disorganizer*, Curiosity Tutor o Empathy Coach y quién sabe si las funciones se acabarán definiendo a partir de los talentos

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*http://es.slideshare.net/sparksandhoney/jobs-of-the-future-deck-v3-090413mf

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