LAS RIENDAS DE TU CARRERA

LAS RIENDAS DE TU CARRERA
En la vida profesional –y en la otra también- es bueno estar
referenciado.
Según RAE,
Referencia.
4. f. Base o
apoyo de una comparación, de una medición o de una relación de otro tipo.
Por lo tanto, la referenciación profesional es la base de
comparación sobre la que medimos nuestro nivel profesional. Hay un término muy bonito, ya es desuso, que se refiere a ellas como las credenciales, que acreditan, que dan crédito sobre nuestra valía.
No nos engañemos, es
necesario tener dichas credenciales como mecanismo regulador para nuestro ego,
nuestras quejas, nuestra autocrítica y nuestros autohalagos también.
Me gustaría establecer tres tipos de categorías:
1. Las referencias internas, de dentro de la Compañía. Estas
son referencias políticas. Es decir, miden el nivel de confianza que tienen en
nosotros los órganos decisores sobre nuestra evolución en la organización.
2. Están también los resultados como referencia. Los datos y
los hechos hablan y, por muy buena o mala opinión que se tenga de nosotros, el
trabajo está bien hecho habla por sí solo.
3. Finalmente están las referencias externas. Es decir, la
opinión que tiene el mercado de nosotros.
Voy a desglosarlas en 
cuatro categorías:
3.1. Prestigio sectorial es la capacidad de estar en boca de la
gente y con una buena imagen.
3.2. Ofertas de trabajo, bien sea a través de headhunters o
directas. Al final, fijan una cotización de mercado y todos deberíamos de
testar el mercado de vez en cuando.
3.3. Publicaciones, clases y conferencias. Este tipo de
“prestigio académico” mide el discurso, la capacidad de tener unas ideas
diferenciales y sólidas por las que alguien es capaz de pagar por escucharlas
3.4. Networking. Para mi, uno de los más importantes. Ojo,
networking NO es conocer a mucha gente. No te referencia la gente que conoces,
te referencia la gente que te considera un igual
. Mira quién te llama para
consultarte o compartir temas profesionales y esa será tu referencia -no, los proveedores no cuentan.
Obviamente, todas las referencias son, en alguna medida,
cuestionables. Hay gente que conoce las mecánicas internas o externas y es
capaz de sobrevenderse en la organización o en el mercado, los resultados hoy
en día son interpretables desde múltiples perspectivas y los discursos son
vendibles sin necesidad de demostrar su aplicación en la práctica.
Sin embargo, seguimos necesitando las referencias porque van
a existir seamos conscientes de ellas o no.
¿a dónde voy?
Voy al análisis de la importancia de las diferentes
categorías de referencias.
Jorge Segado me citó un día los tres tipos de profesionales que hay y que me he permitido desarrollar:
Los profesionales Estrella, los “estructurales”, los que son el motor de la compañía. 
Solo los cracks van superando el embudo organizativo. 
Sus referencias más importantes son las internas y dependen de la interpretación interna de los resultados. 
Son aquellos que crecen dentro de la organización. 
Imaginemos un molde con una pieza de puzzle. Cuando te ascienden, lo que sucede
es que tienes que adaptarte a una nueva posición, un molde distinto. Tu pieza
no encaja a priori por lo que hay que lijar lo sobrante –llamémoslo “aspectos
de mejora”
en términos de RRHH- y, una vez encaja dentro del molde, hay que
rellenar los huecos –“áreas de desarrollo” para RRHH-. Es por eso que las
evaluaciones le dan más importante a los primeros.

-Por otro lado existen los profesionales Especiales. Son especialistas o expertos que revolotean alrededor de la estructura aportando valor añadido. Su valor depende más de las referencias externas y de una interpretación externa de los resultados.
A estos, poco les deben de importar los aspectos de mejora -mientras
no se conviertan en un problema- porque de lo que viven es de desarrollarse, de
acumular información y experiencias para procesar y ofrecer un valor añadido,
un valor adicional a lo que la estructura es capaz de producir desde sus
responsabilidades.
-Los terceros son los profesionales Espaciales, los que tienen que estar ahí para que funcione la compañía. Están más relacionados con el back office.
Mi punto es que, dentro del necesario equilibrio entre estos perfiles, debes de tener siempre claro qué tipo de perfil eres y proceder con coherencia porque si pretendes aportar valor añadido teniendo solo referencias políticas, vas mal. Igual que si pretendes crecer en la estructura solo porque fuera tienes mucho prestigio.
Así, se entiende la mecánica de las
organizaciones pero, además, los individuos pueden entender mucho mejor lo que
se espera de ellos y tomar las riendas de su carrera 
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