CUANDO QUIERES LA RAZÓN, LA ENCUENTRAS

CUANDO QUIERES LA RAZÓN, LA ENCUENTRAS

Si  alguna de vosotras ha estado embarazada recordará que, de repente, solo veía embarazadas por la calle. Del mismo modo, cuando nos vamos a comprar un coche, empezamos a ver ese modelo por todos lados. Incluso cuando tenemos una lesión, surgen amigos que han pasado por la misma.

Se llama Sesgo de Confirmación

Obviamente, se trata de que nuestro cerebro focaliza la atención cuando detecta esos elementos porque tiene una fuerte implicación emocional con los mismos. Es una forma de reafirmar lo correcto de nuestra decisión y se define como sesgo de confirmación. Consiste en favorecer, buscar, interpretar y recordar la información que confirma las propias creencias o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas.

Produce una tendencia a la polarización, además de forzar la correlación entre hechos para reafirmar nuestra creencia –correlación ilusoria– y, por supuesto, interpreta sesgadamente las pruebas ambiguas favoreciendo nuestras hipótesis.

Si buscas la razón, la encuentras

A los de marketing nos pasa lo mismo. En seguida vemos hechos que reafirman “lo que yo te había dicho”.

Reconozco que a mí me pasa a menudo. Solo resaltas los hechos que te favorecen y tu percepción desaparece sobre los que favorecen teorías opuestas.

Por eso, con el rollo de la analítica digital nos ha venido a ver Dios. Lo digital nos ofrece una montaña de métricas en la que hay que ser muy torpe para no encontrar 10 o 12 que reafirmen el éxito de nuestro proyecto o cómo teníamos razón; “No hemos alcanzado los impactos previstos, es que los que hay son supercualitativos”. 

La razón absoluta no existe

Y es que no hay nada que nos guste más que tener la razón. Pero de forma binaria y polarizada; o blanco o negro. Y el negro no nos apetece nada.

Además, nuestra mente lógica, necesita reducir la interpretación a un solo factor; “ha sido un éxito”.

Como dice Daniel Solana en Desorden, es como cuando tenemos un accidente en coche. Buscamos un solo factor responsable del suceso; el otro que es un gilipollas, la señal que está mal puesta, el sol que me deslumbra o yo mismo que iba despistado. Todo ello cuando probablemente es una suma de todos los factores con diversa ponderación.

Es por ello que, por mi parte, me planteo considerar siempre la interpretación de los hechos de una forma más holística de tal forma que no genere una sola interpretación superficial de las cosas ni intente encajar los hechos en el patrón de mis convicciones. Las cosas serán como son.

Seguro que el tiempo me acaba dando la razón

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