DATOS LIMPIOS, DATOS SUCIOS

DATOS LIMPIOS, DATOS SUCIOS

Siempre he intentado separar entre dos tipos de datos

· Los datos ciertos, aquellos en los que se puede confiar porque su fuente es creíble.

· Los datos cuestionables, aquellos cuya fuente es cuestionable.

Toda esta crisis, me ha permitido cambiar mi forma de entender el dato.

No toco la interpretación, porque todos sabemos que el Dios Dato está expuesto a la interpretación que hagan de su palabra sus apóstoles. Me refiero a los datos en sí, sin interpretaciones, a esos que decimos ‘que hablan por sí mismos’.

En mi nuevo planteamiento, todos los datos son cuestionables por su fuente. El lío con las cifras de fallecidos así lo demuestra -a la de contagiados nunca le presté ni un segundo de atención-.

En definitiva, mi nuevo criterio para apoyarme más en un dato que en otro se va a basar en si el dato es limpio o sucio. La limpieza es la improbabilidad de que ese dato pueda ser manipulado por los políticos por los que pasa, entiéndase como político también un ejecutivo de una empresa.

Cuantas más ventanas de incidencia tenga el político en su recopilación (qué datos computo y cuáles no, qué criterios utilizo y si lo hago de forma homogénea, etc.) o en su procesamiento (descartes, cocina, etc.), menos confiable será ese dato para mí.

Es decir, no se trata de cómo se obtiene el dato. Porque si es homogéneo en su recopilación, alguna utilidad tendrá. El problema estará en cuántas oportunidades tiene una parte interesada en meter mano en el proceso.

Opto a partir de ahora por el dato Km 0 y crudivegano…

.

.

.

Post navigation