DEBERÍAMOS ELEGIR A LOS COMPAÑEROS LABORALES IGUAL QUE A LOS COMPAÑEROS SEXUALES.

DEBERÍAMOS ELEGIR A LOS COMPAÑEROS LABORALES IGUAL QUE A LOS COMPAÑEROS SEXUALES.

En el capítulo de Brain Games dedicado a los pecados capitales, la doctora Abigail Baird explica el importante rol que tiene el olfato para determinar la atracción sexual de la mujer por un hombre. Cuenta que la relación sexual puede tener consecuencias a largo plazo para ella y, por tanto, debe a elegir a la pareja más compatible posible.

El olfato, a través de el sudor y las proteínas emitidas con el mismo, es capaz de determinar el tipo de sistema inmunitario del candidato y, aquí viene lo importante: la mujer suele elegir el sistema más complementario al suyo y no el más parecido. Esto es debido a que los hijos tendrán que enfrentarse a múltiples enfermedades y lo que busca es que la combinación genética amplíe el espectro inmunológico del niño.

Creo que en el ámbito profesional nunca ha habido tantos riesgos e incertidumbres como ahora. Cuando la cosa era más predecible, elegíamos nuestros compañeros -profesionales en este caso- por afinidad, con la intención de crear un clima en el que se viese inmunizado el entusiasmo.

De esta forma, en la selección pesaba más que nada la similitud al grupo existente.

Ahora es diferente. Ahora no sabes si va a venir una gripe de falta de engagement o una varicela de ineficiencia. Es el momento en el que tenemos la oportunidad de inspirarnos en nuestros instintos primarios y buscar la diversidad inmunológica a la hora de formar equipos. A los perfiles promotores, nos vendrá bien complementarnos con buenos gestores o con perfiles con capacidad modelizadora y los más cartesianos sacarán provecho de mentalidades más disruptoras.

La comunicación es más dificultosa, pero lo duro de verdad es el fracaso así que no pasa nada por poner un poco de esfuerzo en comprender y respetar a nuestros opuestos, sabiendo que ello enriquecerá el resultado final.

De esta forma, la combinación de fortalezas diferentes hará más fuerte el resultado.

Al fin y al cabo, los procesos de selección siguen siendo una cuestión de olfato

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