EL CONCEPTO DE EMPRESA EFICIENTE E INNOVADORA

EL CONCEPTO DE EMPRESA EFICIENTE E INNOVADORA

Un día un tipo visitó a un amigo mío en la oficina y tuvieron la siguiente conversación:

“-Hemos decidido que la Empresa va a ser totalmente eficiente e innovadora y vengo para ver cómo puedes ayudar a conseguirlo.

-Me estás pidiendo que sea mediocre y yo no tengo la intención de ser mediocre. Verás, eficiencia e innovación son conceptos opuestos porque en la eficiencia controlo el efecto que tiene cada euro que invierto y en la innovación vivo en un contexto de incertidumbre; meto un euro, pero no se lo que va a producir. Por lo tanto, la única forma de ser las dos cosas es ser un poco de cada y eso es no ser ni una cosa ni la otra. Es ser mediocre.

-¡Pero se ha decidido en el Comité de Dirección!

-Pues el Comité de Dirección ha decidido ser incongruente. El Comité de Dirección ha juntado dos palabras que sonaban estimulantes pero no ha contemplado su significado, el concepto que llevan detrás”.

Esta conversación –basada en hechos reales- está sucediendo todos los días en muchas empresas y es grave porque implica que se está perdiendo la capacidad de entender las cosas en profundidad.

Vivimos la en la sociedad del slogan.

La filosofía no debe de salir del sistema educativo

Esta semana leí con profunda tristeza que la filosofía desaparecía del programa de segundo de bachillerato.

filosofía: nombre femenino. Conjunto de reflexiones sobre la esencia, las propiedades, las causas y los efectos de las cosas naturales, especialmente sobre el hombre y el universo.

Es una auténtica barbaridad, porque la filosofía nos enseña los “por qués” y, sin ellos, los “qués” no tienen rumbo y los “cómos” son mediocres.

Ya hacía tiempo que filosofía era prácticamente “historia de la filosofía”, una asignatura descriptiva donde era más importante memorizar las fechas de nacimiento de los autores que debatir sobre conceptos.

Y ahí está la clave.

Sin entender los conceptos somos más superficiales

Estamos perdiendo la capacidad de conceptualizar. Conceptualizar implica el entender las cosas en su pleno significado y, cuando lo hacemos, nuestro compromiso puede ser mayor. La tecnología y su capacidad de difusión está creando una audiencia que tiene un mar de conocimiento de un palmo de profundidad, como reza el dicho.

Si seguimos estudiando únicamente técnicas y métodos, sabremos cómo hacer las cosas, pero estaremos dejando de saber cómo se piensa.

Sin entender los conceptos somos menos creativos

Un día compartí 5 horas de conversación con Ferrán Adrià y me maravilló cómo utiliza la conceptualización para desarrollar la creatividad. Si una idea es una nueva combinación de viejos elementos, él lo que hace es desdoblar los viejos elementos a por medio de la conceptualización para poder multiplicar las posibilidades de combinación. Por ejemplo, una minifalda ¿que es? ¿una prenda para vestir con libertad de movimientos o un símbolo de liberación de la mujer? Porque si es lo segundo, la minifalda la inventó Mary Quant, pero si es lo primero la inventaron los griegos. De repente, puedo crear minifaldas en dos rutas distintas; que exalten la comodidad o el feminismo.

Sin entender los conceptos tenemos menos compromiso

Como decía, vivimos en la sociedad del slogan, de las frases atractivas pero vacías. Además, cambiamos de slogan como lo hacemos de chaqueta. Hoy eficiente, mañana innovador. Estamos en la cultura del powerpoint, en la que presentamos slide tras slide documentos atractivos en la intención pero en los que detrás no hay realidades.

Lo que necesitamos es aprender a conceptualizar porque cuando entiendes el concepto y te comprometes con él, se convierte en un propósito. Las empresas, las marcas y las personas, necesitamos propósitos a largo plazo que le den sentido a nuestras acciones a corto plazo y el compromiso no se tiene con una frase superficial, se tiene con un concepto sólido.

El entender los conceptos nos da libertad

Sin embargo, el sistema educativo va en dirección contraria. Parece que elimina la filosofía porque no quieren que pensemos porque pensar genera criterio y el criterio rebaja el nivel de adhesión incondicional a los partidos y sin incondicionalidad hay una sociedad más libre.

Pues, al menos profesionalmente, yo quiero ser libre

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