EL DATA ES EL VAR DE LOS MARKETINIANOS

EL DATA ES EL VAR DE LOS MARKETINIANOS

A los futbolistas les han puesto el VAR y a los marketinianos el data.

Es lo mismo.

Ambos se presentaron como una promesa de infalibilidad y no lo son.

El VAR no dice si una jugada es penalti o no, el VAR es una herramienta para que el árbitro interprete la jugada con más información. Obviamente hay veces que al árbitro se le han pasado elementos evidentes que pesan mucho en el criterio como no haber visto el contacto de una pierna con otra, pero en la mayoría de los casos, el juicio depende de la interpretación de voluntariedad, de si el contacto es suficiente, o de el jugador llegaría al balón.

Probablemente faltó didáctica a la hora de explicar para qué sirve.

Pues lo mismo sucede con el data. A los marketinianos nos llegó como esa promesa de infalibilidad y así lo acogimos. Al principio, tirábamos los datos encima de la mesa como unas runas pensando que en la disposición en la que habían caído los datos en el Excel, estaba la solución.

Les dábamos vueltas y vueltas intentando entender dónde estaba ‘la decisión correcta’ sin darnos cuenta de que no hay decisiones correctas, solo decisiones que con mucho trabajo podemos convertir en buenas. Los datos acompañan nuestras decisiones en algunos aspectos y las desaconsejan en otros, pocas veces se dan soluciones unívocas.

Y es que como con el VAR, los ejecutivos somos responsables de tomar decisiones y esa potestad no se puede delegar. No vale esconderse detrás de los datos como si los que hubiesen fallado fuesen ellos, la responsabilidad es nuestra.

Hasta cuando no nos los creemos, seguimos refiriéndonos a ellos para quitar peso a nuestras decisiones -que no se lo tomen mal los del EGM o la programática ;)-.

En la diversidad de la interpretación está la riqueza

Para ejercer esa responsabilidad, no solo hay que invertir en obtener los datos, sino también en gente que los interprete. Cuanto más diversa mejor, porque enriquecerá nuestra decisión. Es importante tener geeks, pero también humanistas. Son necesarios perfiles detallistas, pero compensados con holísticos. El dato se puede interpretar desde el negocio, pero desde lo social también. Cuantos más enfoques mejor y cuanto más diversos también, no valen los híbridos, vale la riqueza de los opuestos.

Y luego toca tomar decisiones y ahí estamos solos, aunque el financiero se nos encare y el equipo nos critique desde la grada

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