EL MÉRITO DE LOS QUE NO PIENSAN DISTINTO

EL MÉRITO DE LOS QUE NO PIENSAN DISTINTO

Últimamente no paro de conocer a gente brillante. Gente disruptora. Gente con experiencias o pensamientos diferentes que hacen que se me dispare la mente.

Es un auténtico lujo.

Lo que ocurre es que últimamente también estoy conociendo a gente que piensa standard. Son tipos que hacen un trabajo que ya han hecho muchas veces. Utilizan los mismos briefs de siempre, no usan la nube, envían emails largos, tienen las reuniones sentados, no tienen perfiles sociales, están orientados al logro y no les atraen las organizaciones holocráticas. Son ejecutivos killers de los del siglo XX.

La digitalización no les ha llegado.

Sin embargo tienen algo: también son brillantes.

Un directivo debe gestionar a todo el equipo y no solo a algunos

El tejido empresarial es muy amplio y los cambios no suceden de un día para otro y es un error entender que el equipo que no está digitalizado no sirve para nada.

Un directivo debe gestionar a todo el equipo y no solo a algunos. Es como un gobierno que solo gobierne para los suyos…-perdón, que me caliento-. Un buen directivo saca lo máximo de todos. De los digitales y de los analógicos.

La gente menos digital hace un trabajo que contribuye a la compañía igual que el del nuevo con todo su inbound y su programática.

Incluso aporta más que ellos en algunas áreas como el conocimiento del cliente, del mercado y de las operaciones. Además suelen generar cohesión y tienen inteligencia cristalizada que es aquella que no necesita reproducir el proceso mental para llegar a una conclusión.

Por esa razón los directivos más digitales también pueden sacar rendimiento a su equipo no tan digital. Pueden y deben.

Pero hoy va de los otros…

Toman decisiones estratégicas sobre lo digital

Estos tipos brillantes a los que me refiero no se han obsesionado por tener conocimiento digital, han dedicado el tiempo a entender el efecto de lo digital para poder tomar decisiones estratégicas.

No hace falta saber de performance para comprender las oportunidades que ofrece el e-commerce. Ni saber de analítica digital para observar el efecto que tienen las redes en la comunicación. Para eso están los especialistas. Para la táctica están los especialistas.

Son cracks orientados al negocio y se centran en la estrategia haciendo un ejercicio de simplificación sobre lo que hay debajo que ya nos gustaría a los “expertos” que tanto nos gusta complejizar las cosas.

Tienen la ventaja de que conocen ambos mundos

Confían en los expertos, y dan directrices con un fin: cumplir los objetivos. Y es que los de la nueva ola muchas veces creemos y hacemos creer que lo digital o la disrupción son un objetivos en sí mismos. Craso error.

Pero claro, cuando solo tienes un enfoque, no puedes elegir el objetivo.

No. Lo que ocurre no es que siempre la solución nueva sea la buena, es que hay que replantear siempre las soluciones. Y para ello, es fundamental conocer todas las opciones, las nuevas y las antiguas.

Estos tipos son muy completos porque ser bilingüe en esto es una ventaja competitiva brutal.

Tienen más mérito porque el diferente compite con menos

Me considero diferente a ellos, pero creo honestamente que tienen más valor.

Los diferentes también somos diferentes entre nosotros y eso hace que compitamos con menos porque competir implica comparar con los que se parecen a uno. Por eso los pilotos de F1 referencian su nivel con su compañero de equipo, porque tienen el mismo coche y la diferencia solo la pone el piloto.

Sin embargo, directivos hay ¡ochorropotocientos!

Probablemente por eso digo que son superclases, porque son los que han crecido y han tenido que ser los mejores entre cientos. Los que llegan arriba han tenido que pelear entre muchos iguales que ellos y también con alguno diferente. Y tuvieron que ser mejores.

Razonablemente, ¿quién es mejor? ¿el mejor futbolista -874.093 licencias- o el mejor taekwondista -34.300 licencias-?

Es por eso que creo que tienen más mérito porque cuanto más únicos somos, menos se puede evaluar nuestro potencial.

Respect

Desde aquí, por tanto, todo mi respeto y admiración por esos directivos tradicionales que son cracks y que, mientras los demás lucimos nuestra nueva forma de pensar, ellos están logrando resultados con los recursos que hay; los digitales y los analógicos

.

.

.

Post navigation