EL PERDEDOR DE LOS DEBATES ELECTORALES ES EL MODO EN QUE DETERMINAMOS EL GANADOR

EL PERDEDOR DE LOS DEBATES ELECTORALES ES EL MODO EN QUE DETERMINAMOS EL GANADOR

Acabamos de ver dos debates electorales de los que medios y ciudadanos no hemos dejado de opinar. 

La gran pregunta es ¿quién ha ganado el debate?

Si lees las argumentaciones de los opinadores profesionales, encuentras un batiburrillo de criterios: el que mejor imagen proyectó, el que más sólido argumentó, el que convenció a los indecisos, el que humilló a sus rivales… y juzgan a los cuatro por el mismo criterio.

La realidad es que no se puede saber quién es el ganador si no conocemos los objetivos de cada uno por la sencilla razón de que el ganador debería ser el que mejor cumpliese sus propios objetivos.

No es solo si Sánchez y Casado quieren protegerse e Iglesias y Rivera quieren quitarles votos a los primeros. Es también si Casado quiere trasladar rigor con los números, Iglesias proyectar determinación en su compromiso social, Sánchez diluir el debate con generalidades y Rivera parecer un líder. Estos son objetivos cualitativos que se agregan a los anteriores cuantitativos*.

*Todo esto son observaciones personales en las que tampoco me comprometo demasiado

Como digo, la consecución de objetivos se mide en función de los objetivos planteados previamente. De Perogrullo, pero me recuerda a muchas evaluaciones de campañas de marketing en las que se escogen los aspectos y datos que más lucen y, a partir de ahí, se arman conclusiones. No en función de los planteados al inicio. De hecho, he visto evaluaciones de proyectos en los que no se habían fijado objetivos

Para mi, el gran perdedor es el rigor en definir objetivos que definan criterios antes de evaluar los resultados

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