El Gobierno testa cada uno de sus movimientos para comprobar su aceptación popular y si es rechazado por la mayoría, no pone en marcha el proyecto. Ya sea una subida de impuestos, una ley del aborto o cualquier insignificancia, se testa en esas encuestas informales que son los anuncios de medidas con posibilidad de rectificación.
Lo mismo hacemos las marcas. Las campañas, los envases, las plataformas de marca… todo es testado para ver si el consumidor lo acepta antes de ser puesto en marcha
Dicen que hasta Florentino sondea a los socios y aficionados antes de hacer un fichaje…es el poder de la voluntad del pueblo
Me pregunto si a marcas como Apple, Absolut o Red Bull alguna vez les ha importado un carajo lo que quería la gente, o han pensado que el mundo se mueve gracias a unos pocos visionarios que ven más allá de lo establecido y son los precursores de la evolución y del progreso. No creo que los estudios de mercado hayan marcado el desarrollo de sus productos o la evolución de sus campañas. No creo que el público decidiese que su mp3 se iba a manejar paseando los dedos por la pantalla o que la silueta de una botella se convertiría en un icono del diseño. Solo unas decisiones arriesgadas nos permitieron dar pasos adelante
Creo firmemente que hay un hueco para que las marcas arriesguen –todo o parte- en pos de liderar sus segmentos y sentir que tienen las riendas del futuro en sus manos. Hay que ser un tipo de marca muy concreto, pero para esas pocas marcas, está reservado el carácter de los visionarios. De hecho, es un posicionamiento en si mismo, independientemente de que vendan mp3, móviles o vodka