EL TIEMPO PARA PENSAR, HAY QUE AGENDARLO

EL TIEMPO PARA PENSAR, HAY QUE AGENDARLO

Reflexión vs Acción

El post anterior me lleva a la necesidad de sacar tiempo para la reflexión. Nos cuesta mucho parar cuando tenemos miedo, porque el movimiento nos da sensación de avanzar. Pero no necesariamente lo hacemos con sentido, ni con dirección, ni eficientemente, ni eficazmente,…

Reflexionar es escuchar. Reflexionar es parar. Reflexionar es ordenar.

Pero si hay algo que te encuentras hoy en día en cualquier empresa es la frase: “Es que no tenemos tiempo de pensar”. Pues mi premisa es que el tiempo para pensar hay que agendarlo. Si no, cuando tengamos un hueco, tenderemos a ‘hacer algo’

Confundimos el estar en movimiento con estar produciendo

Hay un estudio que dice que el 33% de los penalties tendrían más posibilidades de ser parados si el portero se quedase en el centro de la portería. Sin embargo, tan solo sucede en el 7% de las ocasiones. Y es que confundimos el estar en movimiento con estar produciendo.

Quedarnos quietos nos da la sensación de estar perdiendo el tiempo cuando, a veces, observar es lo más productivo que podemos hacer mientras establecemos los próximos pasos

Parar da vértigo

Cuando todo el mundo se mueve a la misma velocidad, no sientes el movimiento. Vas en un coche a la misma velocidad que el de al lado y parece que estás quieto. Primero de relatividad.

Ahora, prueba a quedarte quieto en medio de la autopista. La sensación de vértigo es brutal.

La gente se mueve como loca. Estar quietos nos da la impresión de estar parados en el anden perdiendo un tren. Un tren que corre mucho pero no va a ningún sitio.

Eso es lo que nos pasa cuando trabajamos en un banco y todo el mundo está corriendo para reinventar la banca mientras nosotros paramos a darle vueltas al hecho de que lo que los ciudadanos estamos reinventando es la relación que queremos tener con el dinero. 

O reinventando los medios de comunicación mientras los ciudadanos estamos reinventando la relación que queremos tener con la verdad.

O pensando cuándo volveremos a viajar como antes, cuando lo que nos han cambiado la digitalización y la pandemia es la forma en que evaluamos de la necesidad del desplazamiento.

Apúntatelo en la agenda…

Dicen que los matrimonios, cuando tienen hijos, empiezan a planificar el sexo. Y es que no saben cuándo habrá un momento sin interrupciones y por eso tienen que organizarse. Pues con la reflexión es lo mismo. Aprovecha cuando los niños -tu equipo- estén fuera para, en lugar de hacer más de lo mismo, disfrutar de algo más gratificante. 

Igual le acabas encontrando el placer a reflexionar…

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