EN EL STORYTELLING, COMO EN LA VIDA, HAY DE TODO

EN EL STORYTELLING, COMO EN LA VIDA, HAY DE TODO

Ya he dicho en alguna ocasión que soy más de storydoing que de storytelling. Sin embargo, me gano mejor la vida con lo segundo que con lo primero. Esto no quiere decir que no tenga un gran cariño a la forma de contar las historias y que me duela verlo mal hecho.

Claro, la cosa se ha puesto de moda que lo flipas y ahora todo el mundo quiere contar historias que conecten mejor con la gente. Lo que pasa es que últimamente por aquí y por allá estoy viendo que se producen muchos tipos de storytelling.

En el Storytelling, como en la vida, hay de todo

He hecho un ejercicio simplón e intrascendente para clasificar y nombrar los estilos que me voy encontrando. Si se te ocurre alguno más, cuéntamelo y lo incluyo.

Aquí van algunos de los más curiosos:

El Easy Storytelling

Es el ideal. Es capaz de contar una realidad compleja de forma simple y entendible. Es al que aspiramos los marketinianos para transformar nuestras farragosas plataformas de marca en algo comprensible para la audiencia. Es el que necesitamos para condensar las infinitas propiedades de nuestros productos en algo que no aburra al consumidor. Es el que mola, el pata negra.

El (Dry) Storytelling

Es el Storytelling  (a secas). Perdón, me merezco tus insultos. Es una narrativa entretenida. Está muy bien. En el mejor de los casos, integra a la marca o al producto de forma amable y en el peor se olvida de ellos. Esta muy bien. No es lo máximo, pero está muy aseadito.

El Makeup Storytelling

Básicamente no me siento muy seguro conmigo ni con lo que quiero contar y lo que intento es que la historia ‘suene más alto’ que mi mensaje de marca. Es aquello de ese anuncio tan bueno pero que no te acuerdas de qué marca era. La historia lidera la conversación, pero a veces se olvida de esperar a la marca.

El Stimulitelling

Aquí ya la historia no tiene ni pies ni cabeza, ni principio ni final. Es una consecución de estímulos sin coherencia entre ellos. Si la historia no tiene sentido, imagínate el encaje de la marca ahí… un disparate, vamos. Lo encuentras a veces en los muy publicitarios de toda la vida.

El Storytelling Corporativo

Este cuenta lo que le interesa contar a la Compañía sin importar una mierda que le interese o no a la audiencia. Oye. Eso si. Muy bien contado. Con su estructura, su introducción, su nudo, su desenlace, su ingenio verbal, su chiste bien puesto en su sitio, su toque emocional,…todo en su sitio. Eso si, sigo hablando del petardo de la historia de mi fundador o de mi proceso de producción. Pero bien contado, oiga.

El Smokescreen

La cortina de humo. Eludo hablar de lo que realmente interesa a la gente porque me incomoda esa conversación. El consumidor me considera caro, y en lugar de hablar de mi precio –caro- o de mi valor –escaso-, cuento otra cosa que no tiene nada que ver. Aquí tienes muchos proyectos sociales, campañas hiperemocionales y todo ese tipo de cosas que distraen mucho la atención.

Si vas a contar historias, que no sea solo marketing

Como amante de la narrativa, de las palabras y de las personas, solo te pido que si quieres meterte en el rollo del storytelling lo intentes hacer bien. Que lo hagas bonito. Que lo hagas emocionante. Que lo hagas sustancial. Que emociones contando cosas, pero que sea con fondo. Que no sea solo marketing

.

.

.

Post navigation