INDIGNADOS

INDIGNADOS

Desde mi punto de vista, lo que está ocurriendo con los movimientos de indignados es que los individuos se están relacionando con la sociedad como conjunto al margen de los políticos, quienes han ejercido históricamente el monopolio de esta comunicación. Es decir, los políticos con sus barómetros e interpretaciones de la realidad siempre han sido el canal de comunicación en el que teníamos que basarnos los ciudadanos para relacionarnos con la sociedad. Pero ahora han aparecido las redes sociales, twitter, internet en general y los políticos están nerviosos porque no pueden controlar las conversaciones.
Algo así está pasando con el marketing. Los consumidores se relacionan con las marcas a través de internet y al margen de la gente de marketing. Una marca es lo que representa para mí y mi grupo de amigos, no lo que me imponen cuatro ejecutivos engominados. La situación se pone fea para nosotros porque hemos sido educados en el engaño. Si escuchábamos que no éramos cool, metíamos 2000 grps y listo, manipulado el zoquete del consumidor. Que van a saber ellos lo que es cool y lo que no! Pues la cosa ha cambiado. La gente se forma opiniones, la gente contrasta sus sensaciones y la gente aprecia las marcas con humanidad, lo que implica que estas se tienen que mostrar como son, con honestidad. Es más, aceptar sus defectos las hace más cercanas. Viene una época en que valores como la honestidad y la empatía van a ser fundamentales en la relación de las marcas con sus consumidores y más vale que los de marketing estemos preparados porque, a día de hoy, de honestidad y de empatía no tenemos ni puta idea.

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