LA INFLACIÓN ESTRATÉGICA SE DISPARA: PARECE COMO SI LAS COMPAÑÍAS HUBIESEN PERDIDO LA CONSIDERACIÓN CON LAS FUNCIONES MÁS EJECUCIONALES

LA INFLACIÓN ESTRATÉGICA SE DISPARA: PARECE COMO SI LAS COMPAÑÍAS HUBIESEN PERDIDO LA CONSIDERACIÓN CON LAS FUNCIONES MÁS EJECUCIONALES

Un día, mi presidente me dijo: 
– Este año voy a trabajar poco
– ¿Estas quemado?, le pregunté
– No. Es que he lanzado un montón de iniciativas el año pasado. Ahora tengo que dejar que la gente haga su trabajo y ponerme a su servicio. Estaré para ayudar a resolver problemas, pero no voy a empujar más proyectos.

Philippe tenía claro que hay un tiempo para lanzar proyectos y otro para ejecutarlos y que ambos son secuenciales: primero uno, después el otro.

Está de moda el replanteamiento estratégico. El planteamiento de nuevos enfoques que cambien la forma de hacer las cosas. La reforma de los modelos de negocio. El compromiso con la sostenibilidad. La eficiencia y racionalización de los procesos. La evolución del enfoque comercial. La implantación de la gestión agile. El autoconocimiento y gestión motivacional de los empleados. 

Con cada una de estas cosas se puede lanzar un proyecto estratégico. 

El problema es que parece como si las compañías hubiesen perdido la consideración con las funciones más ejecucionales. Solo brilla lo estratégico, lo disruptivo, lo transformador ideológico. La mano de obra se da por hecha, solo nos fijamos en ella para quejarnos por lo lentos que van.

Hubo una época en que los de marketing nos considerábamos los molones, los listos y los sofisticados. Los de comercial eran poco más que gente de la calle con un pensamiento primitivo. Hoy se ha demostrado que el instinto de calle y el pulso comercial son más importantes que cualquier campaña de marketing.

¿Podría ser que sucediese lo mismo y, en un tiempo, los ejecutores acaben siendo valorados por ser los que se meten en la grasa y las complejidades, reman a contracorriente, se automotivan ante la ignorancia y hacen que las cosas pasen? ¿Y que los estrategas acaben siendo percibidos como gente que solo vive en un plano teórico, lejos de la mecánica real de la compañía?

Me surgen más preguntas…

¿Podría ser que entre ‘los que mandan’ hay una cultura del lucimiento basada en lanzar iniciativas estratégicas? 

¿Podría ser que, por egocentrismo, se pensase en las altas esferas que lo difícil es tener ‘visión’ y que lo ejecucional es lo fácil?

¿Podría ser que, a veces, la ejecución requiera más esfuerzo y tiempo que el planteamiento y no se lo estemos dando?

¿Podríamos estar petando a los equipos con iniciativas y estos estarse quemando por no poder sacarlas adelante?

¿Podría tenderse a premiar a la gente que lanza iniciativas y penalizar a la que las ejecuta, reduciendo el peso y el valor de estos últimos en la estructura de recursos humanos?

¿Podría contemplarse un escenario en el que las funciones estratégicas tuviesen un ‘modo creación’ alternado con un ‘modo supervisión y ayuda’? ¿Y que esto último se respetase de verdad, liderando en un momento y dando servicio y supervisión en otro?

¿Vamos a llegar a bloquear el cambio por exceso de inputs?

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