LOS PUBLICITARIOS, LOS PERIODISTAS Y LOS POLÍTICOS MENTIMOS DELIBERADAMENTE PARA VENDER

LOS PUBLICITARIOS, LOS PERIODISTAS Y LOS POLÍTICOS MENTIMOS DELIBERADAMENTE PARA VENDER

Hay que comunicar exagerado, pero no creérselo

Ya he comentado en algún post que hay que comunicar exagerado, pero no hay que vivir exagerado. Para que las cosas se entiendan y capten la atención hay que comunicarlas con vehemencia; rojo sangre, la empresa es un desastre, me va de puta madre, etc. Pero describir así las cosas no implica que nos lo tengamos que creer. Obviamente, ese rojo no es sangre, la empresa tiene muchas cosas buenas a pesar de las ineficiencias y te va bien, pero tienes tus dificultades como todos.

Tenemos un problema y es que vivimos de titulares que nos acabamos creyendo al pie de la letra, titulares simplistas. Además, atribuimos intencionalidades desde los prejuicios. Un tipo es culpable sin necesidad de juicio o merece la presunción de inocencia y debe ser escuchado, según el color de su partido político. Primero nos posicionamos y después analizamos. Vale para todos.

Las cosas tienen puntos intermedios, solo que son más difíciles de explicar

Seguro que Amancio Ortega ha aportado riqueza y desarrollo como nadie antes, pero también es seguro que algún cargo de conciencia lavará con sus donaciones. A todos nos pasa.

Es decir, ni tanto ni tan calvo

En publicidad ocurre igual. Las campañas son una mierda, acojonantes o intrascendentes. Una de tres. Sin matices. No hay término medio porque los términos medios son más difíciles de explicar, requieren reflexión y tiempo.

Yo no sé si Campofrío se ha olvidado del chorizo o no. Lo que considero es que para tener una opinión necesito más información; ¿cómo afecta a ventas? ¿es una apuesta estratégica y deliberada el convertirse en una Love Brand? ¿a qué plazo juegan?

Es que contestar a éstas y muchas preguntas más variará mi opinión sobre la campaña y, al final, no será ni una cosa ni otra. Será algo intermedio que tendrá cosas buenas y cosas malas. Idealmente, más buenas que malas.

Será una opinión más difícil de explicar, pero más rica e interesante.

Buscamos relevancia polarizando

Lo que pasa es que hasta nosotros mismos necesitamos relevancia y por eso emitimos juicios rápidos y los expresamos de forma exagerada. Captan más la atención. Y si queremos además tener followers, polaricemos. Perderemos a la mitad de la audiencia, pero impactaremos profundamente en la otra mitad.

Esto no es solo cosa de Trump, Iglesias o Piqué, todos actuamos así. Si buscas respaldo, polariza. La sensatez no vende, Twitter es un reflejo de ello.

Lo útil, es ver las cosas con sensatez

Mi punto de hoy es que, al menos para lo importante, podríamos obligarnos a no tener un juicio simplista y polarizado. Podríamos aproximarnos a las cosas desde la premisa de que todo tiene cosas buenas y malas y de lo que se trata es de que sean útiles.

Me refiero a Apple y Samsung, pero también a la política de derechas o de izquierdas e incluso a la educación de nuestros hijos. No hay uno bueno y uno malo, hay opciones que nos encajan mejor que otras, desde el respeto de que a otros les pueda convenir la opuesta.

De esta forma, los publicitarios, los periodistas y los políticos no tendríamos la necesidad de exagerar para vender, y no olvidemos que la exageración deliberada es una forma de mentira. Si fuésemos capaces de ser más honestos, aunque penalizando la relevancia,  llegaríamos de forma más sensata a nuestras audiencias y seríamos capaces de hacer productos más útiles, de redactar información más útil y de realizar políticas más útiles.

Perdón por la chapa. Necesitaba vomitarla –aunque no vomite nada- porque estaba que reventaba –aunque no reventase nada- con la gente que polariza, que es lo peor –aunque sea bueno que haya alguna gente que dibuje los extremos-

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