NO ES LO MISMO QUEJARSE QUE SER QUEJOSO

NO ES LO MISMO QUEJARSE QUE SER QUEJOSO

En Inside Out, la peli de Pixar, las emociones viven dentro de la protagonista y, cada vez que esta genera un recuerdo, se crea una esfera de color. Si el recuerdo es alegre, la esfera es amarilla. Si es triste, azul. Si es de enfado, roja.

Las bolas son almacenadas en unas estanterías y, dada la plácida vida de la niña, la pared se ve amarilla con algunos toques de otros colores.

Se generan recuerdos tristes, pero la niña estructuralmente es feliz.

A medida que se suceden las cosas y su mundo se complica, la niña va generando bolas azules y, progresivamente, la pared del fondo acaba vistiéndose de ese color.

Es la diferencia entre ‘ser’ y ‘estar’. Al principio, la niña a veces ‘está’ triste, pero ‘es’ feliz. Hasta que, a base de momentos tristes, acaba convirtiéndose –siendo- en una niña triste.

La moraleja de la peli es que, sin momentos de tristeza, no puedes apreciar los momentos de alegría. Unos se apoyan en los otros.

Una emoción es una reacción de corta duración ante un estímulo. Cuando la emoción se repite, se convierte en sentimiento. El cuerpo genera química y, si estamos segregando una química negativa todo el rato, acabamos siendo negativos. No es lo mismo estar enfadado que ser un gruñón, estar triste que ser depresivo, desconfiar que ser desconfiado.

Si construyes repetidamente, acabarás siendo constructivo

Con las sociedades ocurre lo mismo. No es lo mismo quejarse que ser quejoso. El quejoso no sabe construir. Del mismo modo, si construyes repetidamente acabarás siendo constructivo. Es la diferencia entre ‘ser’ y ‘estar’.

Está bien hacer actos de rebeldía, pero si te conviertes en un rebelde por rutina, nunca darás tiempo a que los cambios se asienten.

Es importante sentirse diferente, pero si siempre te ves así, serás un sectario.

Es bonito defender las ideas con pasión, pero si no tienes momentos de escucha activa de tus opuestos y de reflexión, te volverás un intolerante.

Es emocionante participar de cánticos y símbolos, pero si solo te manifiestas en común y no generas ideas propias, acabarás convirtiéndote en parte de la turba radical.

Es necesario dibujar ideales aunque sepas que no podrás lograrlos, pero si solo vives de eso, te convertirás en un populista.

Está bien decir que no asertivamente, pero si nunca transiges serás un inmovilista.

No lo olvides, es distinto ‘estar’ que ‘ser’.

Se feliz…

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