SOLBES vs PIZARRO

El otro día leí que Pizarro se retira de la política activa y me hizo rememorar el famoso debate con Solbes, con victoria de este último según el público y los medios de comunicación. Al margen de ideologías –al fin y al cabo, todos los políticos son iguales- lo que ocurrió es que Solbes distorsionó la realidad para obtener votos y Pizarro, que no es político, contó lo que todos los economistas anunciaban sin fijarse en la forma. Lo que ocurrió a la mañana siguiente es que tanto el público como los medios premiaron más las formas que el fondo.
Por otro lado, me viene a la mente el brillante artículo de Daniel Solana sobre la Pseudonomía Fantástica y como las compañías nos inventamos universos ficticios para las marcas que nada tienen que ver con nuestro autentico ADN -el de las marcas, digo-.
Y vuelvo a ver como en los departamentos de marketing se premia más la forma que el fondo.
Quiero decir que en la política hay objetivos permanentemente cortoplacistas y las marcas tendemos al mismo mal hábito. Por premiar un test puntual o una determinada promoción estacional, nos olvidamos de que las marcas deben de perdurar en el tiempo, mucho más que nuestros cargos, y probablemente esa es la raíz del problema. Porque Solbes solo pensaba en las próximas elecciones igual que nosotros pensamos en el próximo ejercicio.
La consecuencia son marcas que dan bandazos en su comunicación, que comunican valores ajenos como propios y que no piensan en el largo plazo por sacar adelante el corto. Lo que ocurre es que el consumidor, a diferencia del periodista político, si que busca marcas verdaderas, marcas coherentes y fieles a su esencia y hace pagar a las marcas “políticas” el precio de su oportunismo.

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