Hace algunos años mi jefe me preguntó que cómo definiría lo que hacía en la Empresa. Me tomé la tarde para contestar porque no me resultaba fácil de expresar.
Al día siguiente, entré en su despacho y le dije:
-“Soy Xabi Alonso”
…me puso cara de paciencia…
continué:
-”Verás, yo compenso al equipo. Cuando atacamos mucho, cubro los huecos en defensa. Cuando estamos espesos, intento darle salida al balón. Si falta tensión, provoco una bronca. Si le falta pausa, paro el juego…yo lo llamo buscar el lado contrario de la jugada”
-“Ya. Y yo, entonces, soy el entrenador ¿no?”
-“Así es. Y mi rendimiento dependerá de que tengas claro a qué jugamos” contesté.
Buscar el lado contrario de la jugada
Y es que creo que en las estructuras vamos hacia un modelo en el que definiremos las funciones no en base a las atribuciones de tareas sino en base a los roles que desempeñamos. Considero que esta labor de buscar el lado contrario de la jugada es importante en la organización.
A veces es muy visible porque ejerces de referencia y mueves el proyecto. Tú manejas el ritmo y lanzas los pases. Asumes el liderazgo.
Otras pasas desapercibido porque dejas otros sean los que tiren de los proyectos y brillen mientras tú les trasladas tu apoyo y cubres las espaldas. Es un trabajo sacrificado porque a veces no se te ve, pero cuando no estás se te echa de menos.
También varías tu estilo de juego según las circunstancias; a veces fuerzas el nivel de exigencia y otras veces eres más permisivo para desbloquear proyectos enquistados.
Al final, cuando realmente tengo la sensación de estar haciendo bien el trabajo, es cuando los proyectos llevan ritmo y calidad. Las dos cosas.
¿Vas de Guardiola o de Zidane?
Por otro lado está el entrenador. La cuestión es si su función es la de decirle a los jugadores exactamente lo que tienen que hacer para adaptarse al sistema de juego en el que cree o se ha formado, o bien la de sacar lo máximo en base a las características de sus jugadores adaptando el esquema al talento y preocupándose de tenerlos motivados.
No hay solución unívoca. Estos días Guardiola ha ganado un partido renunciando a la posesión de balón y abandonándose al talento del equipo al contragolpe y Zidane no ha sido capaz de poner orden entre tanto talento mimado. Quiero decir que las soluciones no son garantía de éxito ni dan el mismo resultado en todo momento.
La clave está en saber leer la jugada
Parece que venimos de una era en la que el cumplimiento de los objetivos se alcanzaba definiendo la teoría y aplicándola con exactitud. Quizás el reto hoy en día está en saber leer el juego y, a partir de ahí, sacar lo máximo de los recursos y el talento disponible
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