Mi mujer me llama Van Gogh.
Dice que sí, que lo que yo digo es cierto, pero que probablemente no llegue a ver el mundo de la comunicación en el que creo llevado hasta el final.
Dice que moriré pobre, solo, incomprendido e hipersensible, como Van Gogh*
Creo que tiene bastante razón.
Pobre
No me atrevería a decir que soy pobre viendo lo que hay por ahí afuera, pero denme tiempo, que todo llegará…
Solo
Cada vez estoy más solo. De hecho disfruto rodeándome de pocas personas, pero que me aporten y para las que yo sea especial. Ese raro concepto de los amigos de verdad.
Incomprendido
Me siento tremendamente incomprendido, especialmente porque pienso que la comunicación es un proceso de intercambio de información o emociones -racional/emocional- basándose en la escucha y la empatía y, mientras, veo cómo los tecnócratas están convencidos de que todo se soluciona con diseñar un infalible “protocolo en cinco pasos para caer bien a la gente”.
Pienso que deberían entrenar más y teorizar menos.
Me siento muy incomprendido, pero me siento en paz. Si mi profesión en el futuro consiste en un proceso secuencial, frío y sin alma, no tengo ganas de seguirme dedicando a esto.
Hipersensible
Si. Estoy hipersensible. Para empatizar, para comunicarte, debes activar tus percepciones y tus sensibilidades al máximo. Las consecuencias son ínfimas al lado de todo lo que te aporta abrirte a vivir emociones.
¡Vaya!
Creo que no voy a tener que esperar a morirme.
Vigilaré mis orejas…
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